tabiques de pladur o de ladrillo
¿Qué es mejor, tabiques de pladur o de ladrillo?
Ya sea en obra nueva, reforma o rehabilitación siempre nos surge la misma cuestión, ¿usamos tabiques de ladrillo o de placas de cartón-yeso? Pero a día de hoy las ventajas y desventajas de uno y otro han dejado un claro vencedor.
Durante muchísimos años España sólo ha conocido el ladrillo como material para crear divisiones interiores en los edificios, con lo que se han ganado esa curiosa fama de ser “paredes de verdad”. El hecho de que casi todos los españoles nos hayamos criado en hogares con muros y paredes de ladrillo y que durante décadas jamás hayamos conocido alternativa ha dificultado mucho la extensión de las placas de cartón-yeso, comúnmente conocidas como pladur. Pero a día de hoy, ¿qué ventajas ofrece el ladrillo frente al pladur?
Ventajas de los tabiques de ladrillo
El material es más barato – Ladrillo, arena y cemento son la base para levantar estos tabiques y los materiales no podrían ser más básicos ni más accesibles.
Versatilidad en el transporte – Debido a su reducido tamaño y fácil apilamiento, los ladrillos pueden ser transportados de muy distintas formas facilitando su subida a obra incluso en edificios antiguos con reducido espacio en ascensores y escaleras.
Alta resistencia – Ya sea para aguantar golpes como para colgar objetos pesados (estanterías, calderas, encimeras…), los tabiques de ladrillo no nos van a dar ningún problema.
Pequeños remates – Esta ventaja se suele pasar por alto, pero cuando no hablamos del tabique en sí, sino de mochetas o detalles que se dan sobre todo en baños, el ladrillo da mayor libertad de trabajo al operario.
En España existe una enorme tradición con los tabiques de ladrillo que sigue a día de hoy y que está muy arraigada en ciertas zonas del país, lo que siempre ha obstaculizado mucho la aparición de alternativas. En 1978 la multinacional española Uralita introdujo en España los primeros tabiques de cartón-yeso, una apuesta muy arriesgada que ya había triunfado en otros países. Uralita empezó a distribuir, importando los materiales desde el extranjero, un producto denominado pladur (PLAca De URalita) y a los 2 años decidió abrir la primera fábrica española de pladur, situada en Zaragoza. A día de hoy, en España podemos encontrar tres fabricantes de tabiquería de cartón-yeso: Pladur (fabricante español y del que hablaremos en este post), Placo (francés) y Knauf (alemán). Pero tras casi 40 años en el mercado, ¿qué ventajas ofrece el pladur frente al ladrillo?
Ventajas de los tabiques de pladur
En seco – La diferencia que más rápido notaremos respecto de los tabiques de ladrillo es la ausencia de cementos y enlucidos de yeso, materiales húmedos que necesitan largos tiempos de secado y que ensucian.
Ligereza – Al tratarse de paneles ligeros, el pladur es la opción perfecta para las rehabilitaciones y reformas, ya que apenas aumenta las cargas en los forjados.
Rápida colocación – Aunque su montaje no es tan sencillo como puede parecer a simple vista, los tabiques de pladur pueden levantarse en apenas horas. Una vez se ha colocado la perfilería metálica, las placas se atornillan en cuestión de minutos.
Acabado liso – El pladur no necesita de enlucidos para poder pintar. Una vez se encintan las juntas y se aplica la pasta a juntas y tornillos, el tabique está listo para ser pintado.
Sin rozas – Los tabiques de hoy en día están llenos de instalaciones, tuberías y cableados recorren las paredes allá donde miremos. En las paredes de ladrillo es necesario hacer rozas, lo que tiene un coste económico y de tiempo, y si se quiere mover cualquier instalación, se requiere una nueva roza. Los tabiques de pladur al tener una cámara interior permiten introducir y mover instalaciones fácilmente.
No produce escombro – El pladur es fácil de manipular y si cortamos una placa para encajarla en un tabique, el sobrante de ese corte puede seguir usándose perfectamente. Apenas genera desperdicios o escombros.
Resistencia a movimientos – En las paredes de ladrillo, debido a su alta compacidad, es muy fácil ver grietas hasta con el más mínimo movimiento del edificio. Los tabiques de pladur si se ejecutan correctamente absorben los pequeños movimientos y evitan la aparición de grietas.
La versatilidad – El pladur es fácilmente modificable y los fabricantes no dejan de crear nuevos tipos de placas para cada tipo de necesidad. De esta forma, a día de hoy, si se elije correctamente el tipo de pladur, podemos usarlo en cualquier sitio y situación. Algunos de los tipos de pladur más comunes son:
Pladur N (gris) – Modelo estándar.
Pladur H1 (Verde) – Resistente al agua y la humedad.
Pladur F (rosa) – Resistencia al fuego. Para proteger estructuras del fuego.
Pladur A1 (blanco) – Resistencia pasiva al fuego. Para zonas con riesgo de incendio como cocinas.
Pladur I (amarillo) – Resistente a los impactos.
Pladur Fonic (azul) – Con mayor aislamiento acústico.
¿Entonces, por qué no usamos más pladur?
Si el pladur ofrece tantas ventajas respecto al ladrillo para la creación de tabiques interiores, ¿por qué hay tanta gente reacia a usarlo? La razón por la que sucede esto es por una falsa mala fama que han ido ganando los tabiques de pladur al no estar ejecutados correctamente. Las quejas más comunes son las siguientes:
La resistencia para colgar – Mucha gente argumenta que el ladrillo es mejor solución que el pladur ya que en los tabiques de pladur no se pueden colgar cargas pesadas. Ciertamente si tuviéramos tabiques de tan solo una placa en nuestra vivienda y sin consultar al constructor o a un técnico quisiéramos colgar una carga superior a 30 kg podríamos tener un problema. El pladur puede aguantar tanta carga como sea necesaria, pero para ello necesitaremos usar tacos apropiados (de paraguas o de nudo en cargas grandes) y contar con tabiques de dos placas a cada lado, SIEMPRE, Y REPITO, SIEMPRE, se deben hacer tabiques de dos placas + perfil con aislante + dos placas, aunque no se tenga intención de colgar nada. Si se prevé colocar una gran carga en un punto concreto como, por ejemplo, una encimera de lavabo, se puede llegar incluso a colocar un refuerzo interior.
El ruido – El ruido es, cada vez más, una de las quejas más comunes en edificación, nadie quiere oír la música y voces del local de al lado ni al vecino de arriba, y cuando se trata de divisiones interiores es más de lo mismo. Pero precisamente el apartado acústico es una de las virtudes del pladur, que al no contar con rozas de ningún tipo crea una pantalla sin cortes que elimina los sonidos a baja frecuencia. Si necesitamos eliminar todo tipo de sonido entonces podemos usar pladur Fonic e introducir Copopren en la cámara interior, en lugar de la clásica lana de roca. De nuevo esta falsa fama viene causada por la ejecución de tabiques de una sola placa sin su correspondiente aislamiento interior.
El precio – Ya hemos mencionado en las ventajas del ladrillo que su precio es menor que el del pladur, no obstante cuando tenemos en cuenta la mano de obra, los medios auxiliares y el mayor consumo de tiempo, los precios totales acaban equiparándose.
Conclusión
Aunque los tabiques de ladrillo se seguirán haciendo durante muchos más años por lo complicado que es acabar con una tradición, las soluciones más actuales ofrecen una serie de ventajas que, a nivel global, las hacen muy superiores al clásico ladrillo. Todas las quejas y problemas ocasionados por el pladur se deben a una mala organización y ejecución. Por muy sencillo que parezca, siempre que se vayan a instalar tabiques de pladur es necesario contar con un técnico que sepa asesorar correctamente al cliente y un operario que cuente con los conocimientos necesarios para su correcta instalación: distancia entre montantes, separación del suelo, distancia entre tornillos, tipo de pasta… Y siempre recordar que aunque el fabricante lo deje como opción y el constructor comente que es la solución más barata, NUNCA se debe dejar un tabique con una sola placa a cada lado. Solo en el caso de paredes alicatadas y muebles empotrados podemos optar por una sola placa en una cara.
Escribir comentario